En este soufflé, el ingrediente principal es la cebolla, baja en calorías, carece de grasas y sus propiedades se podría decir que son infinitas. Mencionaremos algunas, regula el colesterol, buena para las personas alérgicas y asmáticas, expectorante y buena para tratar la tos, gripe o resfrío.
Porciones; 4
INGREDIENTES
Salsa blanca
1 taza de leche caliente (250 cc)
2 cucharadas de mantequilla (40 gramos)
2 cucharadas de harina
1 cebolla mediana, picada
1 cucharadita de eneldo seco
½ taza de queso rallado
Sal, pimienta, nuez moscada
3 yemas
3 claras
1 cucharada de azúcar
PREPARACIÓN
Poner en una cacerola la mantequilla y llevar al fuego.
Una vez derretida agregar la cebolla picada y mezclar.
Ir incorporando de a poco la harina revolviendo siempre.
Lentamente verter la leche revolviendo constantemente hasta que rompa hervor y espese.
Retirar del fuego.
Poner las yemas mezcladas en un recipiente.
Agregarle la leche bien caliente batiendo con energía para integrarlas sin que se cocinen.
Añadir el queso rallado, el eneldo y condimentos a gusto.
Batir las claras a nieve con una cucharada de azúcar.
Incorporar la crema de cebolla a las claras, mezclando suavemente y en forma envolvente para que no se baje el batido.
Enmantecar un molde de budín y espolvorearlo con pan rallado.
Verter la preparación en él, espolvorear con queso rallado y llevar a horno precalentado caliente 200º, durante 20 minutos o hasta que esté alto y dorado.
Pinchar el centro con un palito o con la punta de un cuchillo, si ésta sale sin nada adherido es señal que está pronto.
Al retirar del horno si les gusta lo pueden espolvorear con azúcar impalpable (glas, pulverizada, lustre), como contraste de sabores.
Servir enseguida de sacar del horno ya que el soufflé podrá aguantar sin que se baje solo 3 minutos, como máximo.