Muchas de las hierbas que se emplean en actualidad ya cumplían un papel importante en la vida de aquellos pueblos que vivían en la región montañosa de la antigua Palestina.
Ya desde esa época, (del 9000 A.C. al 100 D.C.) las hierbas medicinales eran utilizadas como alimento, condimento y como medicina.
Y podemos llegar a apreciar, a través de una lectura minuciosa de La Biblia la enorme importancia que le daban a los remedios caseros.
Desde la época de los profetas, de Jesús y de los apóstoles hasta el día de hoy se siguen descubriendo nuevas propiedades de los mismos.
El empleo de estas hierbas del punto de vista medicinal no se debió a los conocimientos de medicina que pudiesen tener los hebreos, sino a las exigentes normas de higiene que establecía la ley de Moisés en el Pentateuco.
EL Pentateuco pertenece a uno de los cinco libros del Antiguo Testamento.
Muchos de los que se dedicaron a analizar minuciosamente La Santa Biblia llegaron a la conclusión que la medicina formaba parte de los estudios en las escuelas de los profetas aunque nunca fueron reconocidos como sanadores.
Los sacerdotes, por la naturaleza religiosa de la propia ley de Moisés, se transformaron en funcionarios de la salud y dispersaron sus conocimientos en forma oral.
Los antiguos israelitas eran muy rectos y exigentes tratándose de normas de higiene para que éstas se respetasen.
Un ejemplo de ello es el agua que establecieron como medicina, tanto para su uso interno al beberlo como también en su uso externo en baños y lavados.
Haremos un detalle particularizado de cada una de estas hierbas y alimentos que hoy día se utilizan al igual que se utilizaban en los tiempos de Cristo.
Tenemos el aceite de oliva, que durante muchos años fue considerado nocivo para la salud y que hoy día es cada vez más divulgado su uso por las propiedades terapéuticas que cuenta que lo hacen insustituible.
El olivo, este árbol que proviene de la familia de las oleáceas es interesante saber que figura en distintos párrafos de la Biblia. Por ejemplo al principio del Génesis cuando Noé comprueba que las aguas se retiraron de la tierra a través de una ramita de olivo que le trae una paloma.
Se cultiva en Palestina aunque también crece en forma silvestre. Se encuentran en abundancia en la región costera, en las laderas occidentales del Líbano y las colinas de Galilea. Los que son considerados más destacados en fama son los que crecen en el jardín de Getsemaní y se comenta que algunos de ellos son de la época de Jesús ya que son árboles muy longevos.
Ya en esos tiempos era empleado el aceite de oliva en medicina al igual que cumplía un papel importante en la preparación y aplicación de unciones. A los reyes o sacerdotes cuando eran ordenados se les vertía aceite sobre sus cabezas. Sobre todo el resto de los objetos los ungían con aceite de oliva y lo mezclaban con canela, cálamo aromático y mirra. Todo esto mencionado en la Biblia que actúa como testimonio de que todo esto fue real.
Otra de las hierbas conocidas en la actualidad y mencionada en La Biblia es el aloe.
El aloe suele ser mencionado junto con la mirra y otras sustancias aromáticas.
El aloe de esa época (Antiguo Testamento) era un tipo de madera proveniente del árbol aloexylon que en la actualidad se usa en perfumería en los países de Oriente.
Se nombra también la savia espesa de las hojas de las diferentes especies de aloe que crecían en África y que los israelitas conocieron durante el exilio.
La misma savia que se utiliza en la actualidad por las muchas propiedades curativas que posee.
La canela, es la especia empleada como condimento más antigua, nombrada en la Biblia. Se utilizaba en Egipto en el 1500 A.C. y en ella dice que Moisés fue uno de los que disfrutó de sus beneficios.
La canela fue uno de los ingredientes empleados para preparar el óleo de la unción sagrada.
Actualmente, el óleo cinnamomi de aroma muy intenso se logra a través de la corteza de las ramas. Se utiliza para fines medicinales como para quitar el amargor a preparaciones medicinales desagradable al paladar y hacerlos más agradables.
Ajo. Los bulbos de esta planta perteneciente a la familia de las iliáceas, eran muy conocidos entre los antiguos israelitas. Lo utilizaban en medicina como estimulante, cualidad que los hebreos le adjudicaban y aprovechaban los diente de ajo para combatir la tristeza y el decaimiento. Ya en esa época utilizaban el ajo para combatir los parásitos y aún hoy, continúa este uso para el mismo fin.
La cebolla. Los israelitas eran grandes consumidores de cebolla y según dicen cuando estaban caminando por el desierto extrañaban muchísimo la cebolla que consumían estando en su país, Egipto. Crecía a orillas del Nilo y la respetaban mucho por considerarla un remedio natural muy eficaz contra ciertas enfermedades. Consideraban que fortalecía el corazón, y que actuaba como laxante y antibiótico.
El comino. Es una planta perteneciente a la familia de las plantas Apiaceae (llamada anteriormente umbelífera cuminum cyminum). Llega aproximadamente a los 30cm de altura. De flores pequeñas, blancas o rosadas. De origen egipcio y a su vez muy cultivada en el Sur de Europa. Las llamadas semillas en realidad son los frutos de la planta, y se considera una especia que los antiguos israelitas empleaban como cicatrizante cuando se realizaban circuncisiones.
El pepino y el melón ambos pertenecientes a la familia de las cucurbitáceas fueron cultivados por los antiguos hebreos cuando llegaron a las tierras de Canáan, sanos y salvos. Las tierras de Canáan es el nombre antiguo de una región del Próximo Oriente que se encuentra ubicada entre el Mar Mediterráneo y el río Jordán.
Los israelitas los cultivaban en Palestina y lo utilizaban en pacientes con fiebre como refrescante.
La ruda. En latín ruta, derivada de una palabra griega cuyo significado es salvar.
Fue considerada una planta curativa muy importante en la antigüedad. La empleaban fundamentalmente para combatir o prevenir problemas infecciosos. Creyendo que su aceite destruía las bacterias que lo causaba y expulsaba todo lo tóxico.
El limón. Se sabe que este cítrico era consumido por los israelitas alrededor del año 100 A.C., lo que no se sabe con seguridad si era conocido en la época de Moisés.
Llevar y hacer uso de este fruto, simbolizaba todas las cosas buenas que Dios le ha proporcionado a la Humanidad. Utilizaban frecuentemente su aceite esencial con fines medicinales.
Pasas de uva y vinagre de vino. En la Antigüedad se creía que la uva era uno de los dones que el Señor regaló al pueblo elegido.
Tanto el jugo de uva como el vino tomaron gran protagonismo en los relatos bíblicos, a tal punto llegó su importancia que todo Israel fue llamado la viña del Señor.
La planta de vid se la considera la planta de más nobleza de la tierra.
Las pasas de uva se consideran los frutos secos de mayor importancia desde el punto de vista terapéutico.
Antiguamente al igual que hoy utilizaban las pasas para dar mayor gusto a los panes y el vinagre de vino lo utilizaban como remedio, solo o mezclado con aceite o agua para calmar el dolor de muela o en compresas para las hemorragias y, o lumbago reumático.
No se sabe si lo empleaban para adormecer a la persona que sufría dolores ya que era parte de la mezcla que se le ofreció a Jesús antes de la crucifixión. Le ofrecieron vino con hiel. Pero cuando lo probó lo rechazó.
Se menciona el vinagre en la Biblia en otros textos siempre dándole este sentido.
Se supone que el vinagre que Jesús bebió antes de morir se trataba de una bebida que se preparaba con vino agrio.
Miel. En la Biblia se menciona la miel lo que nos da una idea que el valor nutritivo y energizante que posee la miel se conocía desde esa época.
Hay un relato en la Biblia donde dice que en una lucha donde intervinieron diez mil hombres y que se extendió por todos los montes de Efraín. Era una lucha con los filisteos, y Jonatán desobedeciendo las órdenes de su padre Saúl, comió miel e inmediatamente se sintió con mucha energía. Juzgó a su padre por haber prohibido a sus hombres que probasen bocado antes de vengarse de sus enemigos. Y contestó a quien le advirtió de la orden dada por su padre. Mi padre ha hecho mucho mal al pueblo. Si el pueblo hubiese comido del botín tomado a los enemigos, ¡cuánto mayor hubiese sido la derrota de los filisteos!
Estos ejemplos nos dice que muchas de las hierbas medicinales que actualmente se aplican ya eran consideradas importantes en la vida diaria de los pueblos que vivieron en la región montañosa de la antigua Palestina (900 A.C. al 100 D.C.)