Es importante saber cómo se prepara una tisana.
Hay diversas formas de preparar una tisana y la más común y conocida es la infusión.
La infusión es ideal para preparar las partes blandas de la planta como lo son las flores y hojas.
Se desmenuzan las flores y las hojas secas y se pone en un recipiente. Sobre ellas se vierte agua hirviendo, se tapa bien y se deja reposar unos 10 minutos.
Se mezcla cada tanto y luego se cuela.
Para preparar los tallos y raíces de las plantas que son más duras, primero se cortan en trocitos pequeños y luego se vierte agua hirviendo encima.
Se deja unos veinte o treinta minutos en reposo para lograr extraer las sustancias que contienen. Las tisanas siempre deben estar tapadas, durante y después de la preparación también para que esas sustancias no se evaporen.
Otra forma de preparar la tisana es por infusión cocida.
Consiste en poner las distintas partes de la planta en el momento que está hirviendo el agua.
Se dejan cocinar durante 5 minutos como máximo y se retira del fuego.
Se deja bien tapada durante unos minutos y luego se cuela.
Por sistema de cocimiento, es empleado para preparar tisanas de las partes duras de las plantas como lo son las raíces, la corteza, troncos de mucho espesor etc. se necesita realizar la tisana mediante infusión cocida, desmenuzando las partes empleadas.
Se pone en un recipiente apropiado una cantidad de agua coherente y se echan las partes duras de la planta. Se pone todo junto y en frío. Se lleva al fuego y se deja hervir entre 20 o 30 minutos dependiendo la dureza de la planta. Se retira y se deja reposar tapado durante 10 minutos aproximadamente y se cuela.
Por maceración en frío. Se pone en un recipiente, la cantidad que se necesita de la planta ya limpia y desmenuzada. Se le agrega agua hervida y fría, se deja en remojo durante 10 a 24 horas, dependiendo de las partes de la planta. Si son las partes tiernas puede oscilar entre 10 a 14 horas.
De lo contrario si son las partes duras se necesitan entre 15 y 24 horas.
Manteniendo la mayor higiene que se pueda. Tanto en el recipiente que se utiliza, como que el lugar donde se deja en maceración esté libre de polvo y sea fresco.
Con esas precauciones de higiene se puede dejar 24 horas en verano y hasta 48 horas en invierno.
Y esta forma de preparación de tisana es la más natural, al no sufrir ninguna transformación no corremos el riesgo de perder ninguna de las propiedades de la planta como pueden ser las sales nutritivas y las vitaminas. Lo que sí podemos hacer si lo deseamos es entibiarlas un poco.
Aunque no debemos olvidar que algunas plantas necesitan de calor para poder extraerles las sustancias que nos pueden beneficiar. Siempre recordando que debemos emplear fuego lento para que sus propiedades no sean destruidas.
Por maceración en caliente. Con este sistema se dejan en remojo las partes de la planta con agua caliente, nunca con agua hirviendo.
Para mantenerlas con calor se coloca el recipiente cerca del fuego de 6 a 14 horas. Luego se cuela y se toma.
Por maceración fría y cocimiento. Este es un procedimiento doble, ya que se combinan los dos métodos y es muy aconsejable.
Primero se lleva a cabo el procedimiento anteriormente explicado por maceración en frío y luego se continúa por el proceso de cocimiento.
Algunos consejos a la hora de preparar una tisana.
Cuando empleamos partes duras de la planta (raíces, corteza, tronco), se necesita más tiempo para preparar la tisana.
Lo contrario sucede con las partes blandas como hojas y flores.
Por eso es necesario prepararlos por separado, pues de hacerlo juntos, las partes más blandas quedarían demasiado cocidas.
Una vez ambas prontas, sí, pueden juntarse y mezclarse.
Las proporciones a emplear de una parte y de otra de la planta son de acuerdo al uso que le demos o que necesitemos. La cantidad, será mayor o menor de acuerdo a ello.
Cuando se mezclan varias plantas medicinales, puede utilizarse la misma cantidad de cada una. Salvo que una de ellas sea de efecto muy fuerte o de gusto muy acentuado como puede ser la ruda, el ajenjo, la alcachofa etc.
En este caso se utilizará la mitad.
Qué cantidad de agua y plantas serán necesarias para preparar una tisana?
Salvo que se indique otra cosa se podrá emplear desde una cucharadita de café hasta una cucharada sopera de plantas para 1 taza de tisana (250cc.).
Si se quiere preparar más cantidad se prepara aumentando en la relación a las cantidades anteriores.
En general se puede tomar de 2 a 4 tazas de tisana por día. O unas cucharadas cada hora.
Cuando se toma una tisana con fines curativos se debe tomar natural sin agregarle nada.
Pues le haría perder parte de su efecto.
Salvo aquellas tisanas que se toman para curar catarros, garganta o disolver mucosidades, se podrá usar miel que es muy indicada en las obstrucciones y mucosidades. Nos referimos a la miel pura libre de cera.
Se aconseja preparar cada día la tisana y no tomarse durante las comidas, lo ideal es un rato antes o después.