Estamos habituados a escuchar que la vitamina C se encuentra fundamentalmente en todos los cítricos, naranjas, limones, limas, pomelos y en las frambuesas y el kiwi.
Y esto es así, ya que son excelentes proveedores de vitamina C y las mismas colaboran y mucho en armonizar el organismo. Otra virtud es que las sales minerales y los azúcares que contienen son de escaso valor calórico y de fácil asimilación. Su ingesta, por lo tanto, aporta al organismo una auténtica recarga de energía siendo una real fuente de salud y vida.
Pero, porqué no agregarle a este conocimiento tan popular la información de que también hay alimentos comunes que a su vez contienen el doble de vitamina C que cualquier otro cítrico conocido (sin desmerecer para nada los aportes de los cítricos).
Un ejemplo es el pimiento, (ají, morrón) que contiene el doble de vitamina C que cualquier otro cítrico conocido.
Otro ejemplo es el fruto llamado kiwi cuyo poder en vitamina C equivalen a cinco naranjas.
Y finalmente mencionamos el perejil que tiene cuatro veces más vitamina C que los cítricos y una considerable cantidad de hierro. Otra de sus virtudes es la de ser diurético y estimulante. Una infusión de aproximadamente tres o cuatro ramitas de perejil en un litro de agua y tomando dos tazas al día ayuda en estas situaciones.
Otras de las verduras que la contiene es el brócoli, repollito de Bruselas y el repollo.
Recordemos también, que es soluble en el agua y que comer las frutas y verduras crudas porque la acción del calor destruye la vitamina C tan importante para el correcto funcionamiento del organismo.
También es destruida fácilmente por el tabaco (1 cigarrillo dstruye aproximadamene 25mg de vitamina C y por algunos medicamentos como la aspirina y cortisona.
Cuando hay carencia de ella algunos de los síntomas pueden ser, tener poca resistencia a las enfermedades infecciosas, tales como resfrios, anemias y encías sangrantes, tener los vasos sanguíneos débiles, problemas cutáneos etc.
Hagamos una recorrida rápida sobre todas sus virtudes.
Cumple un rol importante en cuanto a estimular las defensas naturales.
Contribuye a la formación y conservación de huesos y dientes, así como facilita la cicatrización de heridas y tejidos.
Interviene en el sistema inmunitario, por lo tanto previene y ayuda a curar las infecciones de tipo bacteriano y viral como resfríos, gripes, catarros y estados febriles.
Protege contra algunos efectos nefastos de la polución y el tabaco.
Posee una acción antioxidante en la prevención contra el envejecimiento.
Ayuda en algunas formas de esterilidad masculina además de poseer acción preventiva contra el cáncer.
Precauciones que debemos tener. No tiene efectos tóxicos en general, pero su exceso puede formar cálculos renales o provocar diarreas y dolores de estómago.
Estas son algunas de las razones por la cual es bueno recordar no solo sus virtudes sino también su consumo en los alimentos que la contienen y aprovechar aquellos que la poseen en cantidades abundantes.
La cantidad diaria varía de una persona a otra pero en general en la actualidad la dosis ideal es de 500mg a 1 gramo diario.