El germen de trigo contiene un alto porcentaje de hidratos de carbono que lo transforma en un magnífico complemento para nuestro organismo desde temprana edad hasta el final de nuestra vida. Entre sus muchas virtudes podemos destacar su alto contenido en vitamina E que protege la vitamina A que se encuentra en nuestro organismo, impidiendo su destrucción. El germen de trigo dado su aporte en vitamina F o ácido linoleico facilita la asimilación de las grasas, azúcares y proteínas ayudando a equilibrar el organismo.
INGREDIENTES
1 taza de germen de trigo
1 taza de miga de pan
1 taza de leche (250cc)
1 taza de queso cremoso rallado (100 gramos)
1 cebolla, pelada, picada y rehogada
1 cucharada de perejil picado
2 huevos
1 cucharadita de tomillo
1 diente de ajo picado
Sal, pimienta recién molida a gusto
2 tazas de salsa de tomate (500cc.)
PREPARACIÓN
Poner en un bol, la leche, la miga de pan, el queso rallado, el germen de trigo, la cebolla rehogada, el perejil, los huevos, tomillo, ajo, sal y pimienta.
Mezclar bien hasta que los ingredientes estén todos integrados.
Formar las albóndigas del tamaño deseado.
Aparte, poner en una cacerola la salsa de tomate.
Acomodar en ellas las albóndigas y cocinarlas a fuego lento durante 30 minutos.
Retirar y servirlas calientes acompañadas de papas al natural o una ensalada.