Información de interés. La coliflor es una de las verduras reconocidas por el Comité de Dietas, Nutrición y Cáncer de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos como una de las mejores en prevenir el cáncer.
Este comentario fue emitido luego del resultado de una serie de investigaciones que sugieren que las crucíferas tienen efectos protectores contra diversos tipos de cáncer. Es baja en calorías, grasa y sodio y cuenta con una cantidad suficiente de vitamina C como para cubrir la dosis mínima diaria.
Al elegirlas deben estar firmes y compactas y su color blanco a marfil. Las hojas que la rodean deben estar verdes y tiernas.
Se conserva aproximadamente una semana en heladera, sin lavar y colocándola en una bolsa plástica con una perforación.
Porciones: 4 o 6
INGREDIENTES
1 coliflor mediana
Salsa blanca
50 gramos de manteca (mantequilla) o manteca vegetal
2 cucharadas de harina al ras
1 taza de leche (250cc.) caliente
sal, pimienta, nuez moscada
4 cucharadas de queso rallado
Pan rallado
Queso rallado cantidad necesaria
PREPARACION
Lavar bien la coliflor y colocarla entera en una cacerola procurando que su base quede pareja para que se apoye bien sobre el fondo de la cacerola.
Poner algo de agua pero solo que cubra un poco más que el fondo de la cacerola.
Llevar al fuego y cocinar controlando el líquido.
En caso de necesitar se agrega más agua caliente pero en pequeñas cantidades.
De esta forma la coliflor no absorberá demasiado líquido y su cocción se hará prácticamente al vapor.
Apenas tierna se retira del fuego con cuidado y se seca bien con un paño seco.
Se acomoda en una fuente de horno redonda previamente aceitada. Reservar.
Salsa blanca. Poner a derretir la manteca.
Una vez derretida incorporarle la harina revolviendo siempre hasta que se forme una crema espesa.
Incorporarle de a poco y siempre revolviendo la leche caliente.
Continuar mezclando hasta espesar.
Dejar un minuto, retirar del fuego y condimentar a gusto con sal, pimienta y nuez moscada.
Agregar el queso rallado y mezclar.
Verter la salsa sobre la coliflor cubriéndola totalmente
Una vez cubierta se espolvorea con abundante queso y un poco de pan rallado y se lleva a gratinar a horno fuerte hasta que el queso junto con el pan tomen un color ligeramente dorado.
Presentar en la mesa en la misma fuente y servir caliente.