Empecemos diciendo las cualidades de la zanahoria….
La zanahoria antioxidante es una hortaliza muy noble y popular, muy conocida e infaltable en los hogares además de estar catalogada como muy importante en la alimentación, sobre todo para los niños. Su sabor es ligeramente dulzón debido a que tiene un 9% de glúcidos y cuenta además con 1% de proteínas teniendo la gran ventaja de aportar muy pocas calorías. Para que tengamos una relación de las calorías que aporta podemos decir que por cada 100 gramos de zanahoria ingerida aporta 40 calorías a nuestro organismo.
Esto nos permite poder comerla en abundancia y también poder incluirla generosamente en las dietas para adelgazar.
Si bien siempre se destacó por considerarse el alimento indicado para mejorar la visión cuenta con muchas más virtudes y méritos que hoy detallaremos para provecho de todos.
Por ejemplo se ha descubierto que la zanahoria ocupa un primerísimo lugar entre las hortalizas por su alto valor vitamínico, vitaminas A, B, B2, C y D.
Nos provee además de dosis destacables de sales minerales como calcio, hierro, potasio, sodio, fósforo y magnesio.
Podemos decir a su favor que el hierro que posee es fácilmente asimilable por nuestro organismo siendo su valor más elevado que el de la espinaca.
Conociendo esto, sabremos por lo tanto que la zanahoria es una excelente aliada para combatir la anemia y que 100 gramos diarios son suficientes para cubrir nuestras necesidades de vitamina A.
Los minerales alcalinos con que cuenta ayudan a tonificar y a suavizar las paredes del intestino a la vez que resguardan al sistema nervioso.
Contribuye también a que el hígado segregue bilis y elimine el exceso de colesterol.
Su consumo regular, ya sea cruda o cocida, ayuda a aumentar los glóbulos rojos y la hemoglobina en la sangre que es la que regula el equilibrio ácido del organismo.
Es además uno de los vegetales que más se presta para poder comerlo crudo y si además lo acompañamos por una buena masticación nos ayudará a limpiar nuestros dientes y a desarrollar nuestros músculos masticadores.
Cuenta con celulosa y pectina que son fibras fácilmente digeribles y excelentes agentes para dar volumen a los alimentos cuando estos circulan por el intestino, estimulando su funcionamiento y evitando así el estreñimiento.
Entre sus muchas propiedades hay una que debemos destacar muy especialmente y es su riqueza en betacaroteno.
¿Qué es el betacaroteno?
Es un pigmento que producen ciertas plantas y que dan color.
Como en este caso sucede con la zanahoria y también con las hojas de color verde oscuro.
El betacaroteno es un gran protector de los agentes solares y es bueno para algunas afecciones de la piel.
Unido a las vitaminas C y E se comporta como absorbente de los radicales libres que son moléculas desequilibradas. Ayuda al mejoramiento del pelo, dientes, encías, ojos, piel y proporciona resistencia al organismo contra las enfermedades respiratorias.
Al actuar como antioxidante el betacaroteno ha sido y es sumamente eficaz para aquellas personas con problemas cardíacos como la arteriosclerosis, impidiendo a las células con alto contenido de colesterol adherirse a las arterias.
¿De qué forma debemos comer la zanahoria para absorber mejor el betacaroteno?
Para una mejor absorción del betacaroteno lo ideal es acompañar la porción de zanahorias con algún elemento graso ya sea una pequeña porción de mantequilla o con legumbres o en salsas.
Por supuesto que el nivel de betacaroteno es mayor cuando ingerimos las zanahorias crudas.
Cuando la consumimos demasiado cocidas o congeladas les estamos quitando parte de su valor.
Con respeto a su cáscara debemos decir algo interesante ya que estamos muy habituados a consumirla.
Si tomamos la precaución de hacerle un buen lavado y cepillado evitamos pelarlas y evitamos a su vez quitarle gran cantidad de su valor nutritivo, ya que es allí donde reside su mayor potencia en calidad.
Lo correcto sería por lo tanto cortarle un centímetro de ambas puntas que es donde pueden concentrarse residuos de pesticidas.
A la hora de elegirlas éstas deben estar maduras, lisas y sin grietas ni brotes blancos.
Por último diremos que una forma de incluir la zanahoria a nuestro menú es a través de sus jugos que son ricos, saludables, energéticos y fáciles de digerir si se tiene la precaución de consumirlo enseguida para que no pierdan sus propiedades.