La almendra, el aceite de almendras, y sus propiedades.
La almendra, fruto que da el almendro ( prumus amygdalus ) árbol que es del norte de África.
El promedio de altura de este árbol es de tres a ocho metros y la producción mayor hoy día proviene de Europa meridional acaparando el 90% de la producción mundial.
Este árbol florece en invierno y sus flores son blancas. El fruto que contiene las semillas lleva un proceso de maduración que dura de 7 a 9 meses.
Desde los antiguos egipcios que lo aplicaban en los rituales donde incluían cuidados corporales hasta hoy, la almendra y en particular el aceite de almendras cumple una función importante tanto para la piel como para el cabello.
Suavizar, nutrir y revitalizar son algunas de sus virtudes principales.
Hoy día y en forma más acentuada se continúa en la búsqueda del mejoramiento de la piel y del cabello tratando de lograr de ella más elasticidad, quitar asperezas y revitalizar el cabello dañado. El aceite de almendras continúa vigente en muchas de las cremas que hoy abundan en el mercado de la cosmética. Los aceites vegetales en general son absorbidos por la piel en forma rápida y el aceite de almendras es un ejemplo de ello.
Es muy empleado para cabellos teñidos, secos o afectados por el exceso de sol ya que es un gran restaurador de la fibra capilar.
Por lo tanto y dado sus resultados queremos aportarles algunas de las fórmulas caseras y su modo de aplicación.
Para el cabello como baño de crema.
Preparar una mezcla de un huevo, media palta madura, pisada y 2 cucharadas de aceite de almendras.
Se distribuye sobre el cabello cuidadosamente y se deja actuar de 30 a 60 minutos.
Lavar la cabeza en forma habitual con un shampoo hasta retirarlo completamente.
Enjuagar con agua y jugo de limón o vinagre.
Para cabellos secos es ideal.
Se puede agregar a las máscaras capilares para potenciarlas o bien se puede aplicar tibio y con el cabello húmedo, mechón por mechón.
Se deja actuar media hora a una hora y luego se retira con shampoo.
Para las puntas resecas o florecidas
Esparcir apenas aceite de almendras en la palma de la mano y pasarlas por las puntas de los cabellos.
Dejarlo actuar todo el día y luego lavar.
Para la piel como crema de limpieza.
Mezclar vigorosamente media taza de leche con una cucharada de aceite de almendras.
Aplicar con un algodón o gasa.
Para la piel como máscara nutritiva.
Batir una clara solo hasta que espume. Agregar 1 cucharada de aceite de almendras y 2 cucharadas de miel.
Pasar por el rostro, delicadamente ( menos el contorno de los ojos ). Dejar actuar 15 minutos y enjuagar con agua templada y luego fría.
Para la piel como crema nutritiva.
3 cucharadas de harina de almendras o molerarlas directamente en el procesador.
Hervir media taza de leche con la harina de almendras.
Retirar, enfriar e incorporar 1 yema y una cucharada de aceite de almendras y mezclar.
Aplicar sobre el rostro. Se puede conservar unos días en heladera en un frasco cerrado.
Para la piel como loción humectante.
Mezclar 1 cucharada de aceite de oliva, 2 cucharadas de aceite de almendras, 50cc. de agua de azahar y 2 cucharadas de jugo de limón.
Poner todo en un frasco, agitar bien y aplicar.
Otras aplicaciones del aceite de almendras.
Para las uñas débiles y quebradizas.
Sumergir durante 10 minutos los dedos en aceite de almendras tibio.
Para cuando se está dando de mamar.
Pasar por el pezón para lubricarlo.
Para fortalecer las pestañas.
Para suavizar zonas ásperas.
Talones, codos, rodillas. Aplicando unas gotas a la crema hidratante que estamos utilizando.
Para baños de inmersión.
Agregar al agua de la bañera un chorrito de aceite o esparcirlo sobre la piel húmeda luego de la ducha.
Sugerencia final. El resultado de un buen rostro, una piel sana y saludable y un cabello agradable a la vista es la sumatoria de la constancia, que día a día le vamos aportando en forma cuotificada. Sumado a ésto está el ordenamiento de una alimentación sana que es lo que completa el círculo para que el resultado sea óptimo.