El maíz surgió en América siendo el alimento básico de los indígenas.
De a poco se fue extendiendo hacia los países europeos, introduciéndose en la gastronomía europea.
A tal punto que hoy día su consumo es muy elevado a la hora de elaborar comidas.
Los aportes de fibra y vitaminas que contiene el maíz son importantes, al igual que su aporte de grasas es mínimo y se ajusta perfectamente a las costumbres actuales de la cocina moderna.
El cultivo del maíz en América abarcó varios reinos y civilizaciones, la de los aztecas, los chichas, los mayas y los incas. Perteneciendo cada uno de ellos a distintos países de América.
En el orden dado, corresponden a los países de México, Colombia, Guatemala y Perú.
Un dato a tener en cuenta para darnos cuenta de lo antiguo de este alimento es que en esa época los indios zuni de Nuevo México lo llamaban tawa que significa antiguo.
El maíz cumplió un rol importantísimo en ellos ya que gracias a él podían alimentarse y sobrevivir sin padecer hambre.
No sabían cultivar la tierra pero este producto tan noble no necesitaba de mucha ciencia para producirlo.
Removían la tierra haciendo agujeros donde colocaban 2 granos en cada uno.
Los cubrían de tierra, luego cubrían toda la superficie plantada con guano y esperaban el momento de la cosecha que se cumplía a los noventa días.
Un alimento más que noble, en cuanto a alimento en sí, y a que su cosecha se cumplía en un plazo corto permitiéndole no carecer de él.
Combinaban el maíz con pescado, verduras, legumbres completando así su alimentación básica.
Como todas las civilizaciones precolombinas hay leyendas y ritos, relacionando esta planta con orígenes divinos y atribuyéndole poderes milagrosos.
Por ejemplo los aztecas le ofrecían sacrificios humanos a la diosa Xilotl (considerada la diosa del maíz) para que la cosecha fuera exitosa y no se perdiera.
Cuando los españoles descubrieron estas tierras y comenzaron a conquistar territorios, consideraron que la forma que actuaban estas civilizaciones, ofreciendo sacrificios humanos, al ser consideradas sagradas por ellos.
Para los españoles eran símbolos de ceremonias paganas.
Prohibieron entonces su cultivo, desaprobando el hecho que las utilizaran en rituales.
Por lo tanto los españoles prohibieron su cultivo viendo con malos ojos que la utilizaran en rituales.
Por lo tanto el emperador de España, que en ese momento era Carlos I, dio la orden de incentivar en los territorios conquistados, el cultivo del trigo para que prevaleciera sobre el de maíz.
A pesar de esta imposición los colonos prefirieron el maíz y lucharon por él, hasta que prevaleció su voluntad.
Fue así que el cultivo del maíz se extendió por todos los territorios llegando desde el extremo Sur del continente americano, hasta el Norte.
Finalmente como sucedió con otros alimentos los españoles lo llevaron a Europa para cultivarlo allá.
Pero demoró mucho tiempo en imponerse ya que lo que predominaba en Europa era el trigo.
Solo se aprovechó su cultivo en aquellas zonas muy húmedas donde el trigo no podía cultivarse, cosechándose el maíz con éxito.
El gran empujón fue dado por las industrias conserveras (dedicados a conservas de productos).
Hoy día se ha transformado en un alimento casi diario en la mesa de las familias.
Estudios que se han realizado sobre el maíz nos dice, que por ejemplo tiene mucha fibra, lo que favorece el tránsito intestinal y previene de algunas enfermedades digestivas. Es rico en cantidad y calidad de proteínas siendo éstas muy superior a la de otros alimentos de origen vegetal.
Es baja, la cantidad de lípidos (materias grasas) que contiene.
También es de destacar que contiene todos los aminoácidos esenciales para el organismo. Contiene vitamina A, B, C. Lo que lo hace un alimento ideal para la época de crecimiento y para crear defensas.
Contiene minerales como potasio, fósforo y magnesio.
No olvidemos que del maíz se rescata por ejemplo, la harina de maíz, alimento económico y que aporta calorías en los hogares más humildes.
Polenta y salsa un plato rico, aromático y que deja satisfecho, además de dar calor en los crudos días de invierno, por un costo bajísimo.
Del maíz se obtiene el almidón de maíz que es una fécula que se emplea tanto para dulce como para salado. Actúa como espesante y para dar más delicadeza a las masas, combinado con la harina de trigo en proporciones bajas.
De él se obtiene el Pop acaramelado o Palomitas de maíz famosa golosina características de los niños que la saborean en vasos gigantes, comiéndolas de a una mirando una película. Y de muchas más formas, la mazorca asada a las brasas, ensaladas combinadas, cazuelas, buñuelos, omelette, en fin una infinidad de preparaciones y todas ellas muy ricas.