El tomate tiene bajo contenido de sodio y alto contenido de potasio.
Es rico en betacaroteno actuando como equilibrante celular. En su estado maduro tiene buena cantidad de licopeno que es un antioxidante que actúa en forma beneficiosa sobre el sistema inmunológico. El licopeno junto con la vitamina A, C y E lo convierten en verdaderos protectores del sistema cardiovascular.
Porciones: 8
INGREDIENTES
Masa:
3 tazas de harina (360 gramos)
120 gramos de mantequilla fría
1 cucharadita de polvo de hornear (levadura química, leudante)
1 pizca de sal
Agua tibia
Relleno:
1/2 taza de nueces picadas
1 ramito de albahaca
1 cucharadita de sal
Pizca de pimienta
1 ramito de perejil
3 dientes de ajo
1/4 de taza de aceite de oliva
200 de queso cremoso cortado en rodajas.
4 tomates
4 huevos
Sal y pimienta a gusto
1/2 taza de queso parmesano rallado.
PREPARACIÓN
Preparar la masa mezclando la harina, el polvo de hornear y la pizca de sal.
Agregar la mantequilla y desmenuzarla bien.
Unir con agua tibia, lo que tome para formar una masa suave.
Dejar descansar en la heladera media hora.
Dividir la masa a la mitad.
Estirar una de las porciones y forrar el fondo de una tartera de 26 cm de diámetro, desmontable.
Cubrir con la siguiente preparación
Colocar en el vaso del procesador las nueces, la albahaca, el perejil y los dientes de ajo.
Agregar el aceite de oliva, sal, pimienta y mezclar bien.
Esparcir sobre la masa.
Luego, cubrir con las rodajas de queso cremoso.
Sobre el queso colocar rodajas de tomate.
Aparte batir los huevos con sal, pimienta y queso parmesano rallado.
Verterlo sobre la tarta.
Estirar el resto de la masa y cubrir la preparación.
Llevar a horno moderado de 180º durante 30 minutos o hasta que esté cocida.
Retirar, esperar 10 minutos y luego servir.